El 8 de marzo de cada año, los toros de Tultepec son puestos en la plaza del pueblo para festejar en la feria; dando un recuerdo que existirá en la mente del asistente toda la vida, puesto que los fuegos artificiales, explosivos y la euforia de correr aún a sabiendas de terminar quemado, se vuelve una experiencia inolvidable.
Es la noche en Tultepec, en la plaza la gente está reunida para celebrar las tradicionales de su pueblo; en la oscuridad se alcanza a ver una estructura de metal y cartón, que envuelto en explosivos, no deja de perseguir a los comensales. Se detona un pequeño cohete, y en la fiesta los llamados valientes corren entre las luces tan impresionantes que se encuentran en el camino del toro. En esta fiesta no hay cobardes, gritan los asistentes conforme son puestos a prueba por el Toro.
El 8 de marzo de cada año, los toros de Tultepec son puestos en la plaza del pueblo para festejar en la feria; dando un recuerdo que existirá en la mente del asistente toda la vida, puesto que los fuegos artificiales, explosivos y la euforia de correr aún a sabiendas de terminar quemado, se vuelve una experiencia inolvidable.
Esta fiesta particular se lleva a cabo como una adaptación de la pamplonada de España, y se ha realizado en el pueblo de Tultepec, durante 30 años, quienes creen que realizar esta festividad será bien visto por el santo patrono del pueblo.
En los años actuales los toritos son tan importantes que, a pesar de que terminarán deshechos por los fuegos artificiales, son adornados con pinturas elaboradas y técnicas que hacen al toro una obra de arte. Esta feria, ha comenzado a crecer en su importancia, puesto que en el año de 2019 hubo participación de la pirotecnia musical con miembros de Alemania e Italia.
La fiesta se desarrolla con danzas tradicionales, y el recorrido de toritos, donde se demuestra la enmarcación cultural del pueblo; posteriormente, se acompaña cada día de la semana con artistas musicales que dan lo mejor de sí para crear una fiesta inolvidable.
