México, siendo un país con tantas festividades como pueblos, es denso en su cultura. Un país que ha sabido crecer aprendiendo de su legado prehispánico y sus tradiciones coloniales. Y la primera ciudad colonial de la Nueva España, siendo Veracruz, alberga una de las tradiciones más pintorescas e interesantes: el Carnaval de Veracruz.
México, siendo un país con tantas festividades como pueblos, es denso en su cultura. Un país que ha sabido crecer aprendiendo de su legado prehispánico y sus tradiciones coloniales. Y la primera ciudad colonial de la Nueva España, siendo Veracruz, alberga una de las tradiciones más pintorescas e interesantes: el Carnaval de Veracruz.
Esta celebración enérgica, habla de las celebraciones que se han llevado a cabo por la Ciudad de Veracruz desde el siglo XVII. En la misma, se hacen desfiles de carrozas, acompañados por música y la famosa quema del mal humor.
En esta fiesta, con la duración de una semana, la Ciudad de Veracruz se ve poblada de millas de personas que vienen a ver las carrozas, los bailes, las máscaras, los disfraces y divertirse en alegría con los ciudadanos.
En esta celebración, los fuegos artificiales y bailes, hacen bullicio durante toda la ciudad. El carnaval es una enorme fiesta que se ha celebrado desde el siglo XVII, donde ya había las famosas mojigangas y comparsas bailando en la hacienda de Malibrán. Para el año de 1850, existen registros de los bailes de máscaras representando a los Fandangos, y aún con la prohibición de la Iglesia, este tipo de prácticas se siguen haciendo una manera de desacato.
En la actualidad, comienza con los contenidos del certamen para elegir a la Reina del Carnaval, Rey de la Alegría y el Rey y Reina Infantil, y de esta manera alegrar al pueblo. Posteriormente, se realiza la famosa Quema del mal humor, donde un actor personifica una figura pública aborrecida, y se acompaña con fuegos artificiales.
El desfile del sábado, dura hasta seis horas, en las calles se llenan con grupos folclóricos, musicales y cantantes que se dan cita en el zócalo de la ciudad para alegrar al pueblo.
En la actualidad, el Carnaval de Veracruz ha llegado a rebasar fronteras internacionales, puesto que se considera uno de los carnavales más conocidos de América Latina; solo siendo superado por el Carnaval de Río de Janeiro. Sin embargo, la mezcla entre el legado español y las tradiciones prehispánicas, hacen que este festival sea extremadamente vistoso, puesto que muchos de los asistentes tienen trajes típicos, trajes de mojiganga, o bikinis que lucen de manera exótica frente a la población normal.
El Carnaval tiene una forma curiosa de terminar, puesto que se personifica a Juan Carnaval, una parodia que representa a los políticos mexicanos; a manera de sátira, se le entierra, y de dicho modo, junto con un testamento sarcástico y una burla hacia él, se termina el festival.
Por lo cual, este festival es particularmente interesante por el hecho de congregar varias cosas. Por un lado, se llena de manifestaciones de cultura, con los carros alegóricos y sus danzas folclóricas; se llena de jolgorio y picardía, con los hombres vestidos de mojiganga y las mujeres danzantes en bikini; al mismo tiempo, se llena de gastronomía, con los famosos restaurantes llenándose de comensales; y, sin perder nada de lo anterior, se hace una visión de la política actual, se satiriza y se entierra a Juan Carnaval, en una forma de protesta ante lo político.
Y esta última cosa, tiene especial relevancia para el festival, puesto que desde el comienzo del mismo en las haciendas de Veracruz, hecho de ver a hombres vestidos de mujer, era una situación que escandalizaba a la Iglesia Católica. El hecho de ver a mujeres bailando, se considera un acto de extrema lujuria, y solo podría encontrarse como una fiesta pagana. Sin embargo, aún con las extremas prohibiciones de la Iglesia, el pueblo de Veracruz se convierte en un estandarte de cómo la alegría y la buena diversión, puede ser un camino de expresión.